8 de junio de 2011

Helichysum stoechas.

Etimológicamente su nombre genérico (Helycrisum) proviene de una palabra griega que significa “sol y oro”. Conocida popularmente como manzanilla burrera, tomillo yesquero, siempreviva o perpetua amarilla.



La primavera llegó. Es el momento en que la naturaleza nos muestra su potencial y su fuerza vital, en la cual participamos, aunque se nos olvide. Sobre todo para los que somos alérgicos y a la vez amantes de la naturaleza, ¡qué incoherencia y desproporción! 

¿Cómo es posible que nuestro organismo no reaccione a los venenos de la modernidad como los químicos con los que limpiamos y cocinamos, el tabaco, el alcohol y una larga lista, y tenga una reacción tan desmesurada ante el polen, al aire que respiramos?. Pues mucho tiene que ver, pero ese es otro tema que personalmente me motiva al estudio e interiorización, pero que de momento no voy a tratar.

La madre tierra igual que nos quita, nos da. Casualmente, cuando más altos son los niveles de polen en el aire (mediados/ finales  de mayo) florece esta planta. 

Pertenece a la familia de las Compuestas, es perenne, alcanza una altura de unos 50 cm, Arbusto variable y denso, de ramas ascendentes y pubescentes, con hojas estrechas y afieltradas, de un color verde pálido. Las flores se agrupan en capítulos pequeños, redondeados y apretados, abrazados por brácteas. Habita en praderas secas, prados, tomillares, lugares arenosos, dunas, bordes de caminos, taludes y claros de bosques. Su olor nos recuerda al curry  y por ello es perseguida por la industria del perfume.




Desde siempre se le han reconocido sus virtudes para combatir catarros y demás molestias relacionadas. Es pectoral, febrí­fugo, antitusí­geno, antiséptico y antiinflamatorio. Todas estas acciones las ejerce de una manera bastante suave, destacando entre ellas su capacidad de aliviar los accesos de tos y  su poderoso efecto para las alergias. Esto se debe a que aumenta la producción de hidrocortisona en las glándulas suprarrenales, frenando así el desarrollo de los procesos alérgicos. 

Su acción antialérgica es útil en casos de alergia digestiva, cutánea y respiratoria, tanto en vía interna como externa (en forma de pomadas). En casos de existir conjuntivitis (de tipo alérgico o no), también tiene excelentes resultados.

La forma de administrarlo suele ser en infusión de las flores frescas o secas (sola o acompañada de grosellero, malvas, hisopo, cola de caballo y manzanilla), de estas se tomarían tres tacitas al día. Para conservarla podemos hacernos un jarabe añadiendo miel a la infusión.
Es una planta protegida en diferentes zonas de la península, por ello, y por norma general, debemos recolectarla sin arrancar las matas, y dejando parte de ellas para que perduren en el tiempo y  en el lugar y podamos seguir disfrutando del privilegio de sanarnos con el poder de la naturaleza de nuestro entorno.

Un artículo de Rocío Timón Domínguez.



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