Bueno, si os pongo esta imagen (lo primero agradecer a Manuel Ambeu su foto, que una de estas cuesta muchas horas de trabajo, paciencia, buen equipo y saber hacer), eso, que si veis esta imagen muchos sabréis de qué ave se trata, otros quizás no...
El caso es que todos le hemos oído, pues se trata de un Cuco (Cuculus canorus), estos días, su sonido en la lejanía es uno de los fondos más llamativos de la primavera.
Manuel Ambou nos lo explica de manera amena y precisa, mejor que ninguna otra parte que yo halla leído, en su blog:
"Todos conocemos, que esta ave, del tamaño de una urraca, no realiza nidos para incubar sus huevos, si no que los deposita en ajenos. Su víctima es un insectívoro que conoce muy bien, es la misma especie de paseriforme que lo adoptó, cuidándolo desde su nacimiento.
Escondido entre la fronda, observa los movimientos de la pareja que repite sus viajes al nuevo nido terminando su puesta.
La hembra del cuco hace un seguimiento minucioso del nido, y aprovechando la ausencia momentánea de los pajarillos, cuando lo considera oportuno, sustituye uno de los huevos de la inocente pareja por el suyo, preincubado en su oviducto, con el fin de que nazca antes y expulse fuera del exiguo recinto a los huevos, o por defecto, a los pollos del ignorante adoptador pues le incomodan. Cada hembra repetirá esta acción unas 10 o 15 veces en la temporada.
Pero deberíamos saber algo más que le da a esta ave su genial evolución.
El huevo que instala, debe ser muy parecido al del ave receptora: en forma, coloración e incluso imita el diminuto tamaño; algo chocante para tan enorme ave.
Si el huevo intruso no cumplieran estas cualidades, el titular, reaccionaría eliminándolo del nido, olo que es peor, abandonando toda la puesta y el cuco fracasaría en su intento.
Por ello, cada familia de cucos está especializada en una especie concreta de receptores: petirrojos, currucas, lavanderas, Carriceros…….
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| Foto Wikipedia. |
Todos los huevos de estas aves paseriformes, que en Europa llegan a ser más de 100 especies y tienen un aspecto diferente. Por ello, hay el mismo número de linajes, de familias de cucos, que no deberán equivocarse, pues su descendencia se acabaría.
La hembra del cuco, busca un nido de la especie con aspecto de su adoptante; esa es la clave."
Y finalmente nos recuerda algo muy interesante:
¡Ah!: y recordaros que esta ave es una especialista en comer orugas peludas, como la procesionaria.
Yo, la verdad que sólo le he visto una vez en "El Mañero", cruzar volando el camino abierto entre pinos que lleva a nuestra finca.
Es un ave inconfundible, bella, rara, un caso extraordinario de la Naturaleza, que tiene un pariente no menos magnífico, algo más grande que él, muy bello, de costumbres idénticas en conceptos como el reproductivo y alimentario del que sólo los más aventajados habrán oído hablar y de esos, sólo los pateadores de montes hallan, quizás visto, es, señores, el Críalo Europeo (Clamator Gladarius), a cuyo estridente reclamo debe su nombre como le pasa al Cuco, y que suena: "críalo-críalo-críalo". Estival como su pariente es tempranero en su vuelta a África, aquí os dejo una foto de J.L Belmonte al que damos las gracias también y acabamos así este capítulo.
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| Autor.- JL Beamonte |
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