Nuestros árboles, nuestros troncos...

Sí, es sólo una morera...
La morera de la Fuente Castañar.

Sí, es un gran árbol del que saldrán vigorosos vástagos nuevos..

Sí.....¿ y si no?¿ Qué?

No sé, pero para mí, un árbol de estas características es PATRIMONIO, pero eso, con mayúsculas. Como es el folklore, la arquitectura e incluso, si me lo permiten, nuestros viejos, su experiencia y sus historias...

¿No convienen conmigo que de esta manera, este árbol, es amputado?¿ No ha perdido el equilibrio que formaba conjunta-mente con sus raíces, que hacían de él un ser único.? Ya sé, no está muerto,ya... Pero les aseguro que así, ya queda menos para que nos hagamos  poco a poco, a la idea de que bueno, quizás no pasa nada si a otro año se le quita de en medio. Porque la impresión que me da, es que esta Morera estorba, impide el progreso, estrecha el camino y su sombra y raíces comen cortijos...

Señores, desarrollo sí, pero no a cualquier precio.

Los árboles siempre mueren de pié.

Mario Timón.

Dinámico, pero a la sombra.

Villanueva de la Vera es un pueblo con recursos de todo tipo, desde el entorno natural en el que se enclava, con gran prestigio, hasta el patrimonio cultural de su arquitectura y folklore. 

El año de sus habitantes se alegra con sus diversos festejos y actividades. Desde las típicas fiestas de Santa Ana y el Pero Palo a festejos creados recientemente como Guitar-Vera, con el objetivo de resurgir y promover el folklore de la zona y más allá, Villamundo creado desde el programa de inmigrantes como espacio de encuentro intercultural, mercadillos de artesanía, mercados benéficos destinados a la colaboración en situaciones conflictivas como la que vive el pueblo saharaui, o los terremotos de Haití, el reciente Festival de Sostenibilidad y Creatividad que enmarca en un fin de semana varias actividades relacionadas con la ecología, energías renovables y alternativas varias para concienciar y empezar a dar pasos hacia la sostenibilidad de nuestras vidas y pueblos.

A través de asociaciones se desarrollan también multitud de charlas, talleres y actividades como el grupo de teatro que promueve Carlos Valverde, en el que participan muchas mujeres del pueblo, que se trabajan día a día actitudes que igual tenían olvidadas, o nunca pensaron que pudieran desarrollar capacidades tan valiosas como hablar en  público, o tener confianza en sí mismas para salir a un escenario o dejarse grabar por una cámara, merecen un gran reconocimiento.

La Asociación de Mujeres "La Zarza" promueve anualmente el desarrollo de talleres como cestería con castaño, restauración de muebles, cosmética natural, etc. Actividades que amenizan las tardes de invierno y que dan la oportunidad de trabajar a los monitores de estos talleres.

Desde la asociación Vera Sostenible se ha creado un Banco de Semillas de variedades autóctonas con el fin de conservar esas especies que tradicionalmente se cultivaron aquí y que no se han manipulado genéticamente, lo cual es un trabajo difícil, altruista y que debería estar muy valorado por las instituciones que tanto hablan de conservación del entorno.

Hablando de conservación del entorno, existe un grupo de voluntarios ambientales  que a través de la Asociación medioambiental “La ChumVera”  han puesto en marcha la limpieza y señalización de un sendero por encima del pantano de Gualtaminos, antiguo paso de ganado hacia los montes de Valverde y Talaveruela. Este grupo de personas plantea  la necesidad de marcar rutas senderistas, puesto que disponemos de  pocas  en comparación al  resto de los pueblos de la Vera, con el consecuente descono-cimiento de la zona y por lo tanto el escaso valor que se le está dando al monte público como recurso que hay que proteger y para ello, conocer y valorar desde la actitud más respetuosa del ser humano, lejos de la urbanización descontrolada de estos parajes. El monte público no debe ser de nadie, sino de todos.

Quedo unas cuantas iniciativas en el tintero de las que me ocuparé en otro momento como Iniciativa Ciudadana, Espacio Joven, talleres de malabares y espectáculos circenses, etc.

Todas estas actividades entraman el dinamismo del que disfruta el pueblo y que requieren una energía y un tiempo precioso de las personas que lo hacen posible, que en cierta forma, está poco valorado por las autoridades municipales y comarcales que faltos de presupuesto, se limitan a apoyar con el nombre, el espacio, no siempre, y por supuesto el permiso, pero nada más.

Quizá, sería interesante que se fomentase este motor de acción que a todos nos interesa y que tiene un potencial del que todavía no somos conscientes. 

Entrar en los presupuestos municipales es mucho pedir… pero generar espacios y recursos para que esto siga en marcha sería un punto a favor para estos políticos, que tan  preocupados están por su pueblo y sus elecciones.

Rocío Timón Domínguez.

De primero, sopa.

En esta sección pretendo dar un poco de información sobre problemas ambientales que no están en los medios de comunicación pero que no por eso son menos graves.

·Hace unos años me llegó un correo electrónico que yo pensaba que era un feliz power point en cadena pero resultó ser un documento escalofriante. Una sopa de plástico en el Océano Pacifico. Sí, sí, una isla de plásticos flotantes del tamaño de la Península Ibérica, y entre 10 y 30 m de profundidad, conformada por diversos desperdicios plásticos, entre los que se encuentran botellas, cubetas, bolsas, pelotas, juguetes, y todo aquello que te puedas imaginar es arrojado al mar. Son residuos flotantes que ningún organismo ni bacterias de bioingeniería  pueden degradar.

·Charles Moore, el oceanógrafo norteamericano que lo descubrió en 1999, advertía de la existencia de densidades excepcionalmente altas de residuos plásticos flotando en lo que se llama el Giro Central del Pacífico Norte. Ésta zona es un área de convergencia, dónde las corrientes oceánicas retienen los desechos impidiendo que se desplacen hacia las costas y se acumulen. Es habitualmente evitada por los barcos.

·Moore calcula que alrededor de 100 millones de toneladas (100,000,000,000 kgs) de desechos plásticos flotan en esta región. Si haces cuentas, una familia promedio genera de una a dos bolsas de basura al día. Si multiplicas eso por la población mundial, verás que no hay vertedero en el mundo que pueda colectar esto…

·El mayor problema es que los pequeños trozos de plástico están afectando a la cadena alimenticia del océano al mezclarse con el plácton. Las ballenas, los peces y los pájaros que comen éste plástico se ven trágicamente afectados por la falta de nutrientes y otros problemas peores.

·Además, el estudio llamaba la atención sobre un dato sorprendente: "la cantidad de plásticos frente a la cantidad de plancton presente en esta zona era de seis a uno". De vez en cuando, esta mancha flotante llega a las costas de Hawaii, dejando un rastro de mugre. Esta mancha creció 3 veces en la última década y en la región de Japón se duplica cada 2 o 3 años.

·El plástico tarda más de 300 años en degradarse, pero mientras tanto se reduce a partículas diminutas. Afecta al menos a 267 especies marinas al confundir las partículas plásticas con huevos de pescado. Además, se han encontrado encendedores, jeringas, cepillos de dientes, etc. en los estómagos de algunos mamíferos marinos muertos (se calcula que cerca 1 millón de aves y 100,000 mamíferos marinos mueren cada año por estas causas).

·Por si alguien pretende escapar de la catástrofe… es muy posible que este problema llegue a la cadena alimenticia humana, considera lo siguiente: los aditivos que se agregan al plástico para mejorar su durabilidad los convierten en “esponjas” de hidrocarburos y pesticidas. Los peces comen estas partículas plásticas (y plancton contaminado), después estos peces (o sus depredadores) llegan a tu plato. Así de simple.

·Debido a que estas partículas plásticas son tan diminutas, resulta prácticamente imposible eliminarlas del agua.

·Pero no queda ahí la historia. Para escribir estas páginas volví a documentarme sobre el tema y resulta que se suma ahora otra gran extensión contaminada en el oeste del Atlántico Norte, comparable con la del Pacífico, según revela un equipo de investigadores norteamericanos en la revista Science.

·En el mundo se producen cerca de 60 mil millones de toneladas de plástico al año (si, no está mal la cifra, 60,000,000,000,000 kgs!!). A día de hoy se recicla entre el 3 y el 5%.... Por favor, piensa en esto la próxima vez que pidas bolsas en las tiendas, o compres productos envasados en plástico. Hay envases que son mucho más amigables con el medio ambiente. Incluso se venden bolsas de basura biodegradables, que son económicas.

·Para este nuevo año, intentemos ser más conscientes de las consecuencias de nuestras acciones y consecuentes con ello.



Rocío Domínguez Timón

FUENTE: Fundación de Investigación Marina Algalita (www.algalita.org)

Un poquito de por favor.

SIN DAR LECCIONES.


Intentar ir por la vida diciendo a los demás lo que está bien o mal, que  hacer o no, no es mi estilo, pero no por ello ante algo que no me parece coherente, seguir sin decir nada, pasando, nada más que pendiente de lo que en ese momento nos preocupa,  pues tampoco. Y  luego lo peor, a quejarme  de todo “acodao” en un bar.

Pienso cuando voy por la calle, o me acerco a tirar la basura a los contenedores, que guarros tenemos que ser en casa, porque no es lógico que si en casa somos  cuidadosos y limpios, en cuanto salimos de puertas afuera seamos unos “delincuentes” con el medio que nos rodea. 

No quiero dar el tostón con lo de siempre, ni dar lecciones a nadie, pues hasta una niña de cinco años me las dio el otro día a mí. Simplemente quiero haceros llegar lo de que: con las generaciones que vienen tenemos una oportunidad estupenda pare enseñarles que su Pueblo, es su Casa, la Plaza, pues su Salón, las calles, su pasillo, sus habitaciones… Y lo que en casa está fatal y no nos está permitido, fuera tampoco. 

Señores, tenemos obligaciones, y no me vengan con lo de que a mí no me pueden obligar a nada. Para convivir es necesario unas normas que se deben respetar y si no se cumplen, deberían sancionarnos.

Predicar no es dar trigo, por eso en una calle, junto a mi casa, que es última y da a cortijos, recorrida por grandes y pequeños, y por ese galán de torres, que es el viento,  he  observado a un vecino dedicarle una media hora, quizás una vez al mes  recogiendo todo la aquella basura, que en forma de plástico en mayor medida, se acumula en ese tiempo. Paciente, sin mostrar enfado ni maldiciendo, con su cubo en la mano, como una hormiga, abnegado, recorre sistemáticamente la calle, tirando al contenedor  todo aquello que encuentra.

¿Este gesto le hace mejor que nosotros.? No lo sé. Es algo que él no se molesta en preguntarse y yo no estoy capacitado para responder. Está haciendo lo que cree que es correcto, no pide explicaciones  a nadie que pasa y no escribe ningún artículo pregonándolo. Esa es su grandeza, la virtud que más valoramos y menos utilizamos, la Humildad.

Pequeños gestos son grandes y  los que cambian nuestro mundo más cercano.

Quizás el próximo día, si no hay algo que me preocupe mucho en mi intocable vida, me una a Él y ya, quizás,  pueda dar lecciones.


Mario Timón Morcuende.